Se agrupan bajo este nombre un conjunto de 28 textos (en la edición de García-Posada, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 1996) destinados a ser leídos en su momento por el autor con motivo de un agradecimiento en un homenaje, un programa de radio, una presentación de una obra o autor, una despedida…
Como en algún momento explica el propio Lorca, siempre que tenía que dedicar unas palabras al público, gustaba de llevarlas escritas y, fruto de ello, es este corpus de textos de temática variada. El interés de los textos está, por una parte, en poder acceder a momentos únicos del pasado como la presentación de la revista gallo (se puede ver el deseo de novedad y de antiprovincianismo que tenían sus fundadores), y por otra en el acceso a las reflexiones del autor sobre temas como la cultura o el teatro.
Banquete de gallo, El Defensor de Granada, 9 de marzo de 1928.
Mariana Pineda en Granada, El Defensor de Granada, 7 de mayo de 1929.
En Fuente Vaqueros, El Defensor de Granada, 21 de mayo de 1929.
Presentación de Ignacio Sánchez Mejías, La Prensa, Nueva York, 3 de marzo de 1930.
Alocución al pueblo de Fuente Vaqueros, edición facsímil (transcripción de Manuel Fernández-Montesinos y nota preliminar de Andrés Soria Olmedo) publicada en Granada, 1986.
Semana Santa en Granada se publicó con el título de Unas cuartillas leídas por radio. Granada, vista por Federico García Lorca en Heraldo de Madrid, 4 de abril de 1936, y con el de Semana Santa en Granada: Granada la oculta, capital de un reino con arte y literatura propios. Unas bellas cuartillas de García Lorca en Política, Madrid, nº 180, 5 de abril de 1936 (después se reprodujo en El Defensor de Granada, el 9 de abril de 1936).
Como se recoge en el marco periodístico de la alocución Banquete de gallo, la presentación de la revista tuvo lugar en la Venta Eritaña, en la carretera de Cenes de la Vega. En el acto hablaron Enrique Gómez Arboleya (uno de los redactores), Federico García Lorca, Francisco García Lorca (director de la revista) y otros asistentes, entre ellos, Hermenegildo Lanz.
La alocución Mariana Pineda en Granada fue pronunciada el 5 de mayo de 1929 en el hotel Alhambra Palace de Granada, con motivo de un homenaje que le hizo la ciudad a Margarita Xirgu y a Federico García Lorca. El 29 de abril de 1929 estrena en Granada Margarita Xirgu esta obra, en el teatro Cervantes (en la plaza Mariana Pineda presidida por su estatua), poco antes de que el poeta embarcara para Nueva York.
Ofreció el banquete el director de El Defensor de Granada, Constantino Ruiz Carnero. Acudieron Falla, Fernando de los Ríos, el padre del autor… y otras personalidades enviaron su adhesión por correo, como Dalí o Melchor Fernández Almagro. En esta alocución habla de la inquietud que le produce la fama en Granada, ver su foto en carteles, ya que él busca en su ciudad la tranquilidad para escribir.
Dos de las alocuciones, En Fuente Vaqueros y Alocución al pueblo de Fuente Vaqueros, están pronunciadas en su pueblo natal. La primera en 1929 con motivo de la celebración de un banquete en homenaje al poeta y la segunda en septiembre de 1931, en las ferias del pueblo, con motivo de la inauguración de la biblioteca y el bautizo de la calle en la que nació con su nombre.
Federico nació un cinco de junio de 1898 en Fuente Vaqueros. El 19 de mayo de 1929, al banquete que le ofrece el pueblo a Lorca, además de su padre, su hermana Concha y el novio de esta, Manuel Fernández-Montesinos, el alcalde y demás autoridades, los vecinos, sus parientes venidos algunos de fuera, asistieron Fernando de los Ríos, Constantino Ruiz Carnero, varios amigos de gallo y de El Rinconcillo. Fernando de los Ríos también sería nombrado hijo adoptivo de Fuente Vaqueros el 25 de abril de 1931.
Discurso a las floristas de La Rambla de Barcelona
Doña Rosita se estrenó en el Teatro Principal de las Ramblas. Xirgu, la actriz protagonista de la obra, recibía diariamente, desde la primera representación, un ramo de flores, sin tarjeta ni remitente. Era el obsequio de las floristas de Las Ramblas. La actriz y el autor, ante aquel gesto de delicadeza y simpatía, dedicaron una función extraordinaria a aquellas mujeres de «…risa franca y manos mojadas, donde tiembla de cuando en cuando el diminuto rubí causado por la espina» y Lorca les dedicó unas palabras de homenaje.
Semana Santa en Granada
En esta alocución, leída por la Unión Radio en abril de 1936, de nuevo aparece la visión romántica que el autor tiene de su ciudad. Aparecen varios motivos que se repetirán a lo largo de toda su obra acerca de Granada. La tristeza y la melancolía que impregnan su visión del paisaje, el contraste entre las novedades que se perciben en la ciudad y que suponen una pérdida de la identidad de esta (en la línea de Ganivet) y la presencia del pasado morisco y judío.
No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.