POE_05-46

Las cartas dan cuenta de la nueva vida, los nuevos amigos, el encuentro casual con un vecino de Fuente Vaqueros, los poemas que va escribiendo, las conferencias que desarrolla, el rendimiento de los gastos del dinero que los padres le han dado, el interés por su familia, la preocupación por las oposiciones de su admirado hermano Francisco (“decidle a Paco que me escriba”), por su madre, para que siga la costumbre de la familia yéndose unos días al balneario de Lanjarón (Granada): “El otoño de Lanjarón es precioso. A mamá la lleváis a Lanjarón quiera o no quiera. A la fuerza; y si no ha ido o no va, será porque yo no estoy ahí, que soy verdaderamente el machacón para las cosas, pero si no ha ido la responsabilidad de Conchita, Paco e Isabelita será grande si luego le da un cólico, y yo estaré indignado toda mi vida. Abrazos, besos, abrazos. Federico).