Compositor y guitarrista español, amigo de Federico García Lorca y compañero de tertulias en El Rinconcillo y El Polinario.
Su padre, Antonio Barrios Tamayo, apodado El Polinario, era también un famoso tocaor y cantaor flamenco, gran amigo de Manuel de Falla y de los tertulianos de El Rinconcillo que acudían frecuentemente a su taberna situada en la calle Real de la Alhambra. En el jardín, colindante con la Alhambra, García Lorca improvisó en 1918 las cuatro escenas de La historia del tesoro, una brevísima historia con guión verbal suyo en la que intervinieron como actores el propio Lorca, Ángel Barrios, Manuel Ángeles Ortiz y Miguel Pizarro.
El Trío Iberia, fundado por él en 1900, difundió la música española por toda Europa. Albéniz se convirtió en su amigo y protector, igual que Manuel de Falla.
Ángel Barrios estudió armonía, violín y guitarra en Granada (alumno, como Federico y sus hermanos, del compositor Antonio Segura Mesa) y perfeccionó sus estudios en Madrid. El Trío Iberia, fundado por él en 1900, difundió la música española por toda Europa. Albéniz se convirtió en su amigo y protector, igual que Manuel de Falla, cuya amistad permanecerá a pesar de la distancia y de las circunstancias vitales de cada uno. Es autor de alguna ópera, de zarzuelas como La suerte o Granada mía. Miembro de la tertulia de El Rinconcillo del Café Alameda de Granada, conoció a todos los artistas e intelectuales de la Granada de Plata. Fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias en 1924 y ejerció como director del Conservatorio Victoria Eugenia de Granada entre 1928 y 1939. También ocupó una cátedra de música en la Universidad. En los años veinte del siglo pasado, como concejal del Ayuntamiento de Granada, impulsó la recuperación de los autos sacramentales en el Palacio de Carlos V.
Compuso algunas obras sinfónicas como Una copla en la fuente del Avellano y otras composiciones para guitarra Su obra para piano Guajiras obtuvo el Premio Centro Artístico y Literario de Granada en 1910.
La Guerra Civil le lleva a Madrid, donde murió el 26 de noviembre de 1964. Su hija donó el ingente legado al Patronato de la Alhambra, que lo muestra en un pequeño museo.