Poeta, crítico literario y traductor español. Embajador de España en Uruguay y Argentina. Fue amigo en los años madrileños de Federico García Lorca. Después, siendo embajador, se reencontraron en Montevideo, durante la exitosa gira teatral de Lorca por Uruguay y Argentina con la compañía de Lola Membrives.
En calidad de crítico teatral publicó elogiosas reseñas de obras de Federico, al que le unió una estrecha relación.
Nacido en Badajoz, quedó pronto huérfano y tuvo que trasladarse a Madrid para estudiar Derecho. Trabajó como profesor de arte en la Escuela de Artes y Oficios y de Lengua y Literatura francesas en la Escuela de Idiomas. Afín a las ideas de la Institución Libre de Enseñanza y al krausismo, organizó diversos actos y homenajes en el Ateneo en los que participaron escritores y artistas de la época. También frecuentó la tertulia del Café Regina y allí entabló amistad con Manuel Azaña. Empezó a colaborar en la prensa y a publicar a partir de 1906. Ejerció como crítico literario y de arte y, en 1921, colaboró con Juan Ramón Jiménez en la edición de la revista Índice. Dirigió publicaciones tan prestigiosas como Cuadernos literarios, donde Federico García Lorca barajó la posibilidad de publicar Suites, con prólogo de Díez-Canedo. En 1931 reseña Libro de Poemas en El Sol.
Su relación con Federico fue estrecha. Asistió a la lectura de la obra La Tragicomedia de don Cristóbal y la Señá Rosita (junto con Eduardo Marquina y Cipriano Rivas Cherif). Acudió al estreno de La Zapatera prodigiosa y, en calidad de crítico teatral, escribió una reseña elogiosa en la que destacó la influencia del guiñol en la obra del granadino y aspectos como su apuesta por un teatro sencillo o el uso del coro. Federico se encontraría de nuevo con él en Montevideo, donde Díez-Canedo era embajador. Fue uno de los que le esperaban en el muelle el 30 de enero cuando desembarcó en esta ciudad.
En 1935 ingresa en la RAE. Durante la Guerra Civil colaboró en Hora de España y participó en el Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. En 1938 se exilia a México, donde colabora con La Casa de España, la UNAM y otras instituciones.
Muere en este país el 7 de junio de 1944.