Fue la tercera de los hermanos García Lorca. Nació en 1903, en Fuente Vaqueros. Su infancia, al igual que la de sus hermanos, transcurrió en la Vega granadina y estuvo marcada por sus paisajes y sus gentes. Tenía un carácter extravertido, parecido al de Federico. Concha estudió en el colegio Calderón en la calle Recogidas, situado en el mismo edificio donde asistió su madre, Vicenta Lorca.
Con Manuel Fernández-Montesinos tuvo tres hijos, Vicenta (Tica, que nació en Granada en 1930), Manuel (Granada,1932 – Madrid, 2013) y Concha (Granada,1936 – Madrid, 2015), que no llegó a conocer a su padre ni a su tío.
En 1930 se casa con Manuel Fernández-Montesinos, médico y político granadino, perteneciente a la tertulia de El Rinconcillo del Café Alameda, amigo Federico y de otros artistas e intelectuales del momento. Llegó a ser alcalde de la ciudad tan solo unos meses en 1936. Fue detenido en los primeros días de la sublevación y fusilado el 16 de agosto. El matrimonio tuvo tres hijos, Vicenta (Tica, que nació en Granada en 1930), Manuel (Granada,1932 – Madrid, 2013) y Concha (Granada,1936 – Madrid, 2015), que no llegó a conocer a su padre ni a su tío. En 1938, viuda ya de Manuel Fernández-Montesinos, Concha se muda con sus hijos a una casa en la calle Manuel del Paso, cerca de Recogidas, donde residió hasta finales de septiembre de 1939, fecha en la que la familia Lorca se traslada a Madrid. Allí se alojaron primero en un hotel y después en un piso, en la calle Velázquez número 69. Estarían poco tiempo. En 1940 se exilian. Salieron de Bilbao en el Marqués de Comillas rumbo a Nueva York. Hasta 1951 no volverá la familia a España (Federico García Rodríguez había muerto ya en EE.UU. en 1949 y allí permanece enterrado como fue su deseo). Se instalaron en Madrid, en un piso en la calle Juan Bravo, número 25. Después la abuela Vicenta compraría una finca en Meco, antes de morir en 1956.
En 1962 Concha falleció en accidente de automóvil cuando se dirigía a Valderrubio. Su hija Tica Fernández-Montesinos lo recuerda así: “En abril de 1962, una nueva desgracia se abatió sobre nuestra familia: la muerte de mi madre en Granada, en un accidente de automóvil. Estábamos pasando unos días en casa de los tíos Vicente y Carmela. Una mañana, mi madre decidió ir con tío Vicente a Valderrubio y al volver, cerca ya de Granada, el tío Vicente intentó esquivar a un motorista que venía de frente y el coche se salió de la carretera. Mi madre se golpeó la cabeza y murió en el acto. Recuerdo que estaba en casa con mi primo Bernabé -que hoy es un gran arabista- y con mi prima Carmen. Era Viernes Santo y había una procesión a las tres de la tarde, la del Cristo de los Favores, a la que pensábamos ir. De pronto, llamaron a la puerta y alguien habló con Carmen. Ella fue la encargada de darnos la difícil y triste noticia, que nos dejó destrozados”. Su hijo Manuel escribe: “Quiero recordarla por su valor y sus ganas de vivir y por la fuerza y la alegría contagiosa que irradiaba” (Lo que en nosotros vive, 2008).
Concha García Lorca está enterrada en Madrid, junto a su madre Vicenta Lorca.