Escritor español de la Generación de 1898, al que Federico García Lorca leyó y admiró y con el que coincidió en alguna ocasión a pesar de la diferencia de edad.
Nació en San Sebastián en 1872. Escribió, sobre todo, novela aunque también cultivó el género teatral. Fue hermano de los escritores Carmen Baroja y Ricardo Baroja y tío del antropólogo Julio Caro Baroja y del director de cine y guionista Pío Caro Baroja.
Pertenecía a una familia acomodada. La familia paterna se dedicaba al negocio de la imprenta y el periodismo. Su madre procedía de Italia; el padre era ingeniero de minas.
De los escritos de Lorca se desprende que Baroja era un autor al que había leído y al que admiraba, aunque no compartiera con él el talante. Ambos coincidirían más de una vez en los círculos literarios de Madrid. El novelista solo hizo un viaje a Granada, el 12 de diciembre de 1924, con Domingo Barnés y Ortega y Gasset.
A los siete años su familia se trasladó primero a Madrid y más tarde a Pamplona. En esta ciudad su abuelo abrió una fonda en el edificio donde vivían, lo que le permitió ver pasar y observar en ella a todo tipo de personajes. En 1886 regresan a Madrid. Tras acabar el bachillerato, Baroja decidió estudiar Medicina. Fue un periodo en el que comenzó a frecuentar las tertulias de los cafés y a conocer a escritores y artistas. Durante sus prácticas en hospitales va descubriendo que la profesión no le satisface y empieza a escribir relatos. Comienza Camino de perfección y Las aventuras de Silvestre Paradox.
Su experiencia en la universidad y con los profesores no es muy buena, como describe en su novela autobiográfica El árbol de la ciencia. A su padre lo trasladan a Valencia y su hermano Darío empieza a estar enfermo. Pío continúa sus estudios en Valencia y consigue licenciarse, aunque se muda a Madrid a hacer su tesis, que presenta en 1896 con el título de El dolor, estudio de psicofísica. Empieza a escribir artículos para periódicos. Se va a Cestona (Guipúzcoa) a ocupar una vacante como médico rural que pronto abandona, lo mismo que la plaza que consigue en Zarauz.
Vuelve a Madrid para ocuparse de la panadería que llevaba su hermano y que habían heredado de su tía Juana Nessi. Allí conoció a José Martínez Ruiz, Azorín, y a Ramiro de Maeztu, con quienes formó el “Grupo de los tres”. A partir de 1899 comienza a viajar por Europa. En París coincide con los hermanos Machado. De vuelta en Madrid, conoce al hispanista suizo Paul Schmitz, que era traductor de Nietzsche, y entra en contacto con la filosofía de este autor.
En 1900 publicó su primer libro, Vidas sombrías, una colección de cuentos. También en este año salió La casa de Aizgorri. Aunque en sus años de juventud se consideraba anarquista y republicano, su ideología va evolucionando hacia el conservadurismo.
De sus numerosas novelas, agrupadas muchas de ellas en trilogías, destaca Zalacaín el aventurero (1908), La busca (1904), El árbol de la ciencia (1911) o Memorias de un hombre de acción, una serie de novelas históricas para las que se inspiró en la vida de un antepasado suyo. También publicó textos autobiográficos, ensayos, biografías y obras de teatro. En 1935 fue admitido en la Real Academia Española.
Pío Baroja y Federico García Lorca coincidirían más de una vez en los círculos literarios de Madrid. El novelista solo hizo un viaje a Granada, el 12 de diciembre de 1924, con Domingo Barnés y Ortega y Gasset, para dar una conferencia organizada por el Centro Artístico en el Teatro Cervantes titulada El Estado, la Juventud, el Carnaval. La experiencia no fue muy buena. Baroja no encontró el eco que suponía entre los intelectuales y además fue objeto de una broma que acabó por arruinar la estancia. Tanto Lorca como otros intelectuales le hicieron llegar sus disculpas a Baroja y Ortega.
De los escritos de Lorca se desprende que Baroja era un autor al que había leído y al que admiraba, aunque no compartiera con él el talante. Ortega le interesaba mucho más. De hecho, la Revista de Occidente le publicó dos años después sus Odas y en 1928 el Romancero gitano.
Durante la Guerra civil, parece que, sin el consentimiento de Baroja, se publicó una selección de textos del autor titulada Comunistas, judíos y demás ralea (1938) que mantenía posiciones antisemitas, antidemocráticas y anticomunistas. En 1936, asustado por un arresto, se marchó a Francia. Por medio de Manuel García Morente, consiguió un salvoconducto y regresó en 1937. Siguió, no obstante, yendo y viniendo a París hasta 1940, año en que se instala definitivamente en España. Durante la posguerra sigue publicando a pesar de tener algún problema con la censura. Durante estos años, en su domicilio madrileño, mantuvo una tertulia adonde acudían Cela o Benet, entre otros escritores.
Murió en 1956 y fue enterrado en el Cementerio Civil de Madrid ya que toda su vida se había declarado ateo y anticlerical.