La primera estancia en Asquerosa-Valderrubio acabó cuando Federico García Lorca culminó su escolarización básica. Los padres del joven escolar lo mandaron para continuar su formación a Almería en una fecha imposible de precisar. Según una indagación de Juan José Ceba, fue hacia 1907. En cambio, Marie Laffranque, en su cronología, lo atrasa un año. Lorca opina en una entrevista que en 1905. Sí está probado documentalmente que presentó la solicitud para el examen de ingreso en el bachillerato en el Instituto General Técnico de Almería en agosto de 1908 (en la convocatoria de mayo aún no tenía los diez años exigidos) y, aunque el propósito de la familia era que cursara allí al menos el primer año, una enfermedad causada por un flemón infectado que le deformó el rostro forzó a sus padres a interrumpir la estancia y traerlo de vuelta a Granada capital, a donde la familia se mudó en 1909.
Federico se examinó el 21 de septiembre de 1908 en el Instituto General Técnico de Almería. La prueba, que se conserva firmada por el propio examinando, consistió en un dictado extraído de uno de los capítulos dedicados a la historia de la Pastora Marcela de El Quijote, una división de tres cifras y una multiplicación.
La elección de Almería fue consecuencia del traslado a esta ciudad en 1903 de su maestro de primeras letras, Antonio Rodríguez Espinosa, compañero de Vicenta Lorca en Fuente Vaqueros y amigo fiel de la familia. Espinosa, para redondear sus ingresos, abrió su casa como pensionistas a un grupo reducido de alumnos. En unas memorias inéditas datadas en 1955, escribe el maestro: “Seis añillos contaba solamente [es decir, en 1904] el notable poeta Federico García Lorca cuando su padre, íntimo amigo mío y uno de los hombres más ingeniosos y afortunados que he conocido, lo llevó a Almería, donde yo estaba de maestro de la escuela del Hospicio”. Las fechas, sin embargo, no coinciden entre las diferentes investigaciones que han tratado de reconstruir el paso por Almería del joven Lorca.
El propio Federico, en una nota autobiográfica escrita en 1928, describe así este pasaje de su vida: “A los siete años [es decir, en 1905] fui a Almería, donde estuve en un colegio de escolapios y donde comencé el estudio de la música. Allí hice el examen de ingreso y allí tuve una enfermedad en la boca y en la garganta que me impedía hablar y me puso a las puertas de la muerte […]. Sin embargo, pedí un espejo y me vi el rostro hinchado, y como no podía hablar escribí mi primer poema humorístico, en el cual me comparaba con el gordo sultán de Marruecos Muley Hafid”.
Lo único cierto es que residió en Almería, junto con otros muchachos procedentes de la Vega de Granada, que acudieron con el mismo propósito académico. Según la investigación de Juan José Ceba, Federico primero vivió en la casa del maestro en la calle Balmes, que también era el colegio, junto a la esposa de este y sus cuatro hijas, la mayor nacida en Fuente Vaqueros. Según la misma fuente, el maestro, debido al mal estado de la vivienda, se mudó con los suyos a la escuela del Barrio Alto. Federico permaneció en Almería hasta la primavera de 1909. El 25 de mayo consta el traslado de la matrícula de Almería a Granada.