La mudanza de la familia a Granada capital, en 1909, no interrumpió la relación de Federico García Lorca y sus hermanos con Asquerosa. Todos los años, cuando terminaban en Granada las fiestas del Corpus, la familia emigraba a la Vega donde pasaba el verano coincidiendo con las labores agrícolas. Las permanencias estacionales se mantuvieron hasta que en 1926 se trasladaron a la Huerta de San Vicente en Granada, adquirida un año antes.
Federico durante su primera estancia en la capital se embebió de los paisajes granadinos con los que luego compuso parte de sus escritos juveniles.
El primer domicilio familiar de los Lorca en Granada estuvo situado en el actual número 50 de la Acera del Darro. Aunque el inmueble ha sufrido numerosas transformaciones aún conserva vestigios de la casa original que habitarían hasta 1916. En esa vivienda nació Isabel García Lorca y Federico pasó parte de su adolescencia.
Durante esos siete años acabó sus estudios de bachillerato en el Instituto General Técnico, donde rindió exámenes y se matriculó en la Universidad de Granada. En general, fue un mal estudiante, según el testimonio de su hermano Francisco (Federico y su mundo).
Durante aquellos años, igual que ocurrió en Almería, continuó sus estudios de música, ahora con Antonio Segura Mesa, un compositor fracasado que sin embargo estimuló las ansias creativas y tuvo sobre él una influencia categórica. Su muerte, acaecida en 1916, impulsó a Lorca a dedicarle su primer libro, Impresiones y paisajes, dos años después.