La noche del 9 de agosto, el chófer de la familia llevó a Federico García Lorca a la casa de su amigo el poeta Luis Rosales. Los hermanos Rosales eran todos dirigentes de Falange. Lorca pensó que era el lugar más seguro. Sin embargo, la tarde del 16 de agosto, un grupo dirigido por el exdiputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso, que lo había acusado de ser espía ruso, secretario de Fernando de los Ríos, homosexual y de haber hecho más daño “con la pluma que otros con las pistolas”, se presentó en la casa acompañado de otros facciosos y lo detuvo. Hubo un tercer registro en la Huerta de san Vicente el 15 de agosto ya con Lorca ausente.
El poeta fue trasladado al Gobierno Civil, entonces situado en la actual facultad de Derecho con entrada por la calle Duquesa. Federico García Lorca fue confinado en un cuarto de reducidas dimensiones que contenía una mesa cuadrada, un sillón y un par de sillas. Allí fue visto por varias personas, entre ellas José Rosales. En la habitación, que daba al Jardín Botánico, permaneció un periodo de tiempo que, según las diferentes versiones de los investigadores, osciló entre las diez horas y los dos días completos.