Ermita construida en 1673 que conserva, entre otras obras, la escultura de San Miguel Arcángel que inspiró a Lorca uno de los poemas más conocidos del Romancero gitano.
La Ermita del Arcángel San Miguel, como tantas construcciones cristianas, fue elevada en 1673 por el arzobispo Diego Escolano sobre una antigua torre árabe llamada Del Aceituno que cerraba la muralla nazarí de Granada. Junto a ella hubo una fuente y un olivo “prodigioso” e incansable, celebrado por los autores árabes, que echaba fruto y maduraba cada día.
La iglesia original fue ampliada en 1753 pero fue destruida durante la ocupación francesa en 1812. A continuación, fue rehecha por el Arzobispado en diferentes fases, la última en 1883.
El arcángel es sacado el domingo siguiente al 29 de septiembre en una pintoresca romería muy popular. Esta tradición sigue vigente, a pesar de que temporalmente el Arzobispado determinó en su día suspender el desfile a causa de los comentarios sobre la extendida ambivalencia sexual de la imagen que Lorca describe minuciosamente en el ‘Romancero Gitano’.
Desde su emplazamiento, en el promontorio que corona el Albaicín, se abren unas impresionantes panorámicas de la ciudad y de los pueblos acostados al sur y al oeste. En la parte posterior y lateral de la ermita comienzan los barrancos que desembocan en el Sacromonte.
Su vinculación lorquiana, sin embargo, se fundamenta en la estatua andrógina del arcángel San Miguel que se guarda en su capilla y al que Lorca dedicó uno de sus más conocidos poemas del Romancero gitano escrito durante el verano de 1926 en Lanjarón y la Huerta de San Vicente. La talla, esculpida por Bernardo Francisco de Mora en 1675, representa a un delicado ser celestial revestido de encajes y plumas que pisa a un diablo grotesco y al que además amenaza con gesto blando con una especie de lanceta dorada.
El arcángel es sacado siempre el domingo posterior el 29 de septiembre en una pintoresca romería muy popular, en la que se lanzan al cielo globos de colores y se consumen frutos de otoño, por el cerro del Aceituno y el Albaicín. En cierto modo, es la antítesis de la procesión de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad, que desfila el último domingo de septiembre. En su día, el Arzobispado determinó suspender el desfile a causa de los comentarios sobre la extendida ambivalencia sexual de la imagen que Lorca describe minuciosamente en su poema. Sin embargo, la tradición se ha recuperado y sigue celebrándose la romería.
El romance fue escrito en el verano de 1926 en la Huerta de San Vicente, después de una estancia familiar de pocos días en Lanjarón, junto con otro titulado Reyerta de mozos. Lorca envió ambos poemas a Jorge Guillén el 9 de septiembre como parte de una larga carta. Con anterioridad, en agosto, en una tarjeta postal, le había anunciado: “Aquí he hecho dos nuevos romances que me han costado un esfuerzo extraordinario”.
La popularidad del poema lo ha convertido en una especie de celebración lírica de la homosexualidad. Del mismo modo la romería concentró las simpatías de la comunidad gay hasta que el Iglesia la suspendió. El celo por mantener bajo llave la talla ha llegado al extremo de que el acceso a la ermita sea prácticamente imposible, aunque el lugar y sus maravillosas vistas merecen aún no ya la visita sino una larga contemplación.
La publicación del Romancero en 1928 no fue bien acogida por dos de sus más íntimos compañeros de la Residencia de Estudiantes, Salvador Dalí y Luis Buñuel. El pintor calificó el romance de La casada infiel como el peor de todos, y al cineasta despreció el de San Miguel. Tampoco convenció a su primer lector, Jorge Guillén, que lo tachó de “imposible”.
San Miguel lleno de encajes
en la alcoba de su torre,
enseña sus bellos muslos,
ceñidos por los faroles.
Arcángel domesticado
en el gesto de las doce,
finge una cólera dulce
de plumas y ruiseñores.
San Miguel canta en los vidrios;
Efebo de tres mil noches,
fragante de agua colonia
y lejano de las flores.
(…)
San Miguel se estaba quieto
en la alcoba de su torre,
con las enaguas cuajadas
de espejitos y entredoses.
San Miguel, rey de los globos
y de los números nones,
en el primor berberisco
de gritos y miradores.
- Ian Gibson. Lorca y el mundo gay. Planeta, 2009.
- Antonio Gallego Burín. Granada, guía artística e histórica. Comares. Granada, 1987.
- Federico García Lorca. Romancero gitano. Obras completas I. RBA-Instituto Cervantes, Barcelona, 2006.
- Jesús Ortega. Álbum. Huerta de San Vicente. Granada, 2015.
- Lugar Lorquiano
- Ermita de San Miguel Arcángel
- Lugar actual
- Ermita de San Miguel Arcángel
- Dirección
- Carril de San Miguel
- Datos de la Visita
La Ermita del Arcángel San Miguel está cerrada todo el año. Sólo abre el domingo posterior al 29 de septiembre, para la celebración de la romería en la que se saca la imagen del Arcángel en procesión por el barrio del Albaicín. El festejo suele estar muy concurrido e incluir degustaciones gastronómicas.
No obstante, a pesar de que la iglesia permanece cerrada, la visita al mirador de San Miguel Alto merece la pena por las excelentes vistas que ofrece de la ciudad de Granada.