Federico y su familia residieron en esta casa entre 1916 y 1917, que se conserva en buen estado, mientras buscaban una más amplia. Es privada.
La familia García Lorca abandonó inesperadamente la casa de Acera del Darro, 50 en 1916 y se trasladó provisionalmente al piso de Gran Vía, 34, situado frente a la calle Santa Paula. Allí residieron solo un año.
El abandono de la extensa casa de alquiler a orillas del Darro a donde llegaron en 1908 desde la Vega, donde nació Isabel García Lorca y los demás hermanos pasaron parte de su infancia y adolescencia, no fue voluntaria. Se dieron varias circunstancias que forzaron la dolorosa mudanza.
En 1917 la familia Lorca se instaló en un piso situado en una de las mejores calles de Granada, pero que apenas dejó huella en la vida de sus inquilinos.
Por un lado, el propietario puso fin al arriendo y anunció su intención de ponerla a la venta, pero Vicenta Lorca se opuso a comprarla y añadirla al patrimonio familiar. El lugar de deslumbramiento infantil y de los juegos inolvidables, de los altares y de las bromas con las criadas, del palomar y las habitaciones altas, de los primeros versos y las visitas continuas de parientes que llegaban de la Vega en busca de refugio o consejo, no la acabó de convencer. Vicenta Lorca se quejaba del trabajo que daba el mantenimiento del jardín y quería un hogar con menos exigencias.
Así que decidieron alquilar un piso más convencional, aunque la experiencia solo duró un año y para muchos de los inquilinos, en especial para la más joven, Isabel, supuso un golpe inolvidable: “Para mí fue muy doloroso volver del campo y encontrarme sin patio, sin jardín, sin palomar, sin lavadero, sin las tinajas, sin todo lo que había llenado mi maravillosa infancia. La cocina no tenía chimenea de campana, ni la gran reja volada que daba al jardín, donde tantos ratos de delicia había pasado contemplándolo”, escribe apenada en sus memorias.
De modo que al volver del veraneo en Valderrubio en 1917 la familia se instaló en un piso situado en una de las mejores calles de la ciudad pero que apenas dejó huella en la vida de sus inquilinos.
No hay constancia de los poemas y escritos juveniles que García Lorca compusiera allí, pero a tenor del tema y de las fechas cabe pensar en la Fantasía simbólica, fechada en 1917, una especie de diálogo lírico en el que intervienen como personajes La campana de la Vela, El Darro, El río o La voz de Ganivet.
La Campana de la Vela: Cuando sueño tan triste y muriente es porque lloro algo que se fue para siempre… Mi amada la ciudad fue cantada por un hombre tan enamorado de ella que llegué a tener celos de él… pero cuando se fue de la tierra su espíritu pasó por aquí, me dejó en mi alma de hierro su corazón… Yo soy el corazón del poeta y mis sonidos son sus latidos. Por eso, cuando sueno tan desolada y melancólica en las noches granadinas, es porque lloro la voz del que suspiró mi amada… Encima de la Alhambra hubo una gran oscilación dorada. Los árboles del bosque se pararon y los naranjos dejaron caer sus frutas de seda… Las luces de las callejas del Albayzín se apagaron y el río Darro, haciendo un arpegio, se puso a cantar en tono menor… La vibración eléctrica se acentuó y una voz olorosa, pasional y trágica habló…
La Voz: Yo floto aquí sobre este palacio de pesadilla… porque formo parte de él; yo no puedo retirarme de esta ciudad porque soy ella misma (…).
El Darro: ¿Quién habló? Mis entrañadas de oro han temblado esta noche de misterios. ¿Qué voz turbó mis tocatas? ¿Quién eres que hablas así tan apasionadamente?
La Voz de Ganivet: (con sonido de rosa marchita): Mientes, mientes; el enamorado de Granada fui yo y mi espíritu inquieto y atormentado está escondido para verla mejor en las heridas de la vega.
(Fantasía simbólica)- Isabel García Lorca. Recuerdos míos. Tusquet. Barcelona 2002.
- Ian Gibson. Federico García Lorca. Biografía. Grijalbo. Barcelona 1988.
- Lugar Lorquiano
- Casa familiar de Lorca en Gran Vía
- Lugar actual
- Gran Vía de Colón, 34
- Dirección
- Gran Vía de Colón, 34
- Datos de la Visita
Edificio de propiedad privada. Sólo puede verse el exterior.