Edificio inaugurado en 1918, sede del Instituto General Técnico. Aunque el poeta no estudió allí el bachiller, conserva su expediente académico.
El antiguo Instituto General Técnico, fundado en 1845, guarda el expediente académico de Federico García Lorca como alumno de Bachillerato y de su hermano Francisco, así como de otras personalidades de las letras como Francisco Ayala y Ángel Ganivet.
Una cadena de retrasos en la terminación de las obras impidió que Federico estrenara las flamantes instalaciones de la Gran Vía, como alumno de bachillerato, que empezaron a ser ocupadas por los alumnos en enero de 1918. La primera piedra de las obras, sin embargo, fue colocada en 1904, por el rey Alfonso XIII.
La denominación actual de Instituto Padre Suárez fue autorizada en febrero de 1934, ya en plena República, un tiempo quizá más acorde con las ideas próximas al krausismo y al darwinismo de su más emblemático director, Rafael García Álvarez (1868-1874).
Dentro de esa línea de apoyo a la ciencia, el instituto cuenta con un variado y rico patrimonio de Historia Natural y de Física y Química que forma parte, a su vez, de su Museo de Ciencias Naturales que está incluido en el registro oficial de museos de Andalucía.
Federico se matriculó por primera vez como alumno de Bachillerato en el curso 1909-1910 y concluyó el ciclo de estudios medios en el de 1913-1914. El futuro escritor asistió a las clases en el edificio provisional del Instituto General Técnico, el palacio de los Marqueses de Caicedo, actual Conservatorio de Música Victoria Eugenia, si bien su primer emplazamiento fue en el colegio mayor San Bartolomé y Santiago, adscrito a la Universidad de Granada. Al mismo tiempo que cursaba los estudios oficiales, el joven asistía a las clases vespertinas de apoyo en el Colegio Sagrado Corazón, un centro laico privado en el que coincidió con su hermano Francisco.
Todos los profesores a los que debió enfrentarse Federico pertenecieron a la plantilla del Instituto General Técnico, el actual Padre Suárez.
El Padre Suárez es uno de los pocos edificios de Granada que ostenta en su fachada un escudo de la Segunda República. Sin embargo, el conjunto de tres escudos que coronan el friso originariamente desarrollaba la heráldica borbónica, pero fueron alterados durante la Segunda República, picando la flor de lis del centro y añadiéndoles la corona y castillos republicanos.
Las obras fueron tan largas y dificultosas que cuando por fin fue terminado los responsables acordaron colocar en lápida conmemorativa: “El entusiasmo del comité de padres de familia formado por don Luis Seco de Lucena, don Juan Blanca, don Juan Cogollos, José María Caparrós y don Aureliano del Castillo y la activa cooperación del Excmo. Señor don Natalio Rivas, subsecretario de Instrucción Pública, vencieron las dificultades que se oponían a la terminación de este edificio. El Claustro del instituto les expresa con esta lápida su agradecimiento. Granada XXV-VI-MCMVIII”.
Federico, cuenta José Mora Guarnido en su libro de memoria Federico y su mundo, siendo estudiante de Bachiller, no era un muchacho puntual. Su relajamiento contrastaba con la actitud de su padre para quien, por ejemplo, el ritual de la comida familiar en la casa de la Acera del Casino era tan severo como inevitable.
“Un día, sin embargo, el retraso fue a mayores. Incluso su madre estaba más que enojada, alarmada, ¿Le habrá pasado algo? Federico llega, ve que ya están en el primer plato después de la sopa, no dice nada. Don Federico estalla enojado.
-Niño, ¿es que te has creído que esta casa es una fonda? ¡Que sea la última vez que llegas tarde a comer!… Desde mañana el que no llegue a la hora, no se sienta a la mesa.
Federico se revuelve encrespado.
-¡Pues no me sentaré! -dice-, ¡No quiero encerrarme en la casa, a comer, a la hora del crepúsculo!
Se produce un silencio cargado de presagios. ¿Qué hará don Federico? ¿Qué contestará ante esta terminante expresión de rebeldía? Todos comen callados sin levantar los ojos del plato, en una tensión insostenible. Y de pronto rompe inocentemente esta tensión la cocinera, asomándose y preguntando:
-¿De qué quiere la tortilla el señorito Federico?
Antes de que el interpelado conteste, don Federico dice furioso:
-¡De crisantemos!… ¡De violetas!… ¡De crepúsculo!”.
El año 1918, el Padre Suárez celebró el primer centenario de la ocupación del edificio con una serie de conferencias y actos conmemorativos. El instituto, sin embargo, fue fundado mucho antes, en 1845, en virtud de la ley Pidal. El Instituto General Técnico ocupó en sus inicios, como centro asociado a la Universidad de Granada, el actual edificio del colegio Bartolomé y Santiago.
Lorca fue consciente de sus pobres resultados como estudiante. En una entrevista con Ernesto Giménez Caballero, publicada el 1 de diciembre de 1928 en La Gaceta Literaria, confiesa: “Estudié mucho. Estuve en el Sagrado Corazón de Jesús, en Granada. Yo sabía mucho, mucho. Pero en el Instituto me dieron cates colosales. Luego, en la Universidad. Yo he fracasado en Literatura, Preceptiva e Historia de la Lengua Castellana. En cambo me gané una popularidad magnífica poniendo motes y apodos a las gentes”.
(Mal estudiante, 1 de diciembre de 1928)- Ruta del patrimonio educativo andaluz. I. E,. Padre Suárez.
- Expedientes Académicos de alumnos ilustres. Instituto Padre Suárez- Edición facsímil no venal. Granada, 2007.
- Jacinto S. Martín. García Lorca, bachiller. Alhulia. Granada, 1998.
- Lugar Lorquiano
- Instituto Padre Suárez
- Lugar actual
- Instituto Padre Suárez
- Dirección
- Gran Vía de Colón, 61
- Web
- https://www.iespadresuarez.es/
- Teléfono
- 958 893 120
- Datos de la Visita
Abierto durante el curso lectivo en horario de clase.
La visita al Museo de Ciencias, tanto individual como para grupos, se realiza mediante cita previa en el teléfono 600 163 641 o en el correo museosuarez@gmail.com.