La familia Lorca aprovechó las estancias anules en Lanjarón para recorrer parte de la Alpujarra. Visitaron Órgiva, Cáñar, Carataunas y Pitres, a veces con Falla y otros amigos.
El atractivo de la Alpujarra y sus habitantes sedujo a Federico García Lorca muy pronto. Aunque no hay constancia documentada, los viajes del poeta por la comarca comenzaron en sus años de formación. El testimonio gráfico más temprano corresponde a 1918: Federico, tocado con una gorra, aparece en la baca del autobús de línea que recorría la ruta entre Granada y Motril a través de Órgiva, una de las capitales de la comarca de la Alpujarra. El mismo Federico de 20 años, y quizá en la misma excursión, aparece en otra imagen tomada, según la signatura manuscrita, en Órgiva junto a un árbol que él identifica con un naranjo. En el reverso de la foto, dirigida a su familia, escribe: “Segura [José Manuel Segura Soriano] ha querido fotografiarme con sombrero plano y escopeta. Naranjo situado a 2.000 metros de altura. Veo desde aquí Soportújar, Láujar, Vallacar [sic] y Cáñar. Oigo el canto de cuatro ríos que bajan dando tumbos a los olivos de la Vega de Órgiva”.
Lorca transmitió a sus amigos su deslumbramiento por la Alpujarra. En el verano de 1922 propuso a Manuel de Falla organizar funciones de títeres por la Alpujarra: “Estoy entusiasmado con el proyecto de viaje a la Alpujarra. Ya sabe usted la ilusión tan grande que tengo de hacer unos Cristobical [sic] llenos de emoción andaluza y exquisito sentimiento popular […]. Si vamos a la Alpujarra, habrá que llevar también algún asunto morisco, que podría ser el de Aben-Humeya”.
La excursión de Falla y Lorca y un grupo de amigos a la Alpujarra debió esperar hasta comienzos de enero de 1926, enlazando con las fiestas de Navidad. Con ambos viajaron José Manuel Segura Soriano, catedrático de Derecho Internacional; el diplomático y catedrático Antonio de Luna, y el abogado Rafael Aguado Martín-Montijano. A Órgiva llegaron a bordo de un lujoso descapotable al que todos llamaban en francés landeau, es decir, un vehículo con una carrocería parecida al landó, el antiguo coche de caballos. Su dueño era José de Luna, abogado y político liberal y padre de Antonio.
No hay constancia escrita del itinerario que siguieron durante la fugaz estancia de Lorca y Falla en la Alpujarra, aunque han sobrevivido unas pocas fotografías que muestran al grupo en algunos parajes reconocibles. La más notoria, la foto de la Plaza del Horno de Órgiva. Allí están Antonio de Luna, Manuel de Falla, Lorca y José Manuel Segura rodeados de un grupo numeroso de niños junto a una fuente que ha conocido varios emplazamientos y que aún se conserva desmontada.
Otro de los lugares visitados por los excursionistas a bordo de su impresionante automóvil fue la Haza del Lino. De la presencia de todos ellos en este paraje, que tenía unas vistas impresionantes, han sobrevivido tres fotos. Por pocos días no coincidieron con otro ilustre visitante: a finales de ese mismo mes de enero el rey Alfonso XIII viajó a la Alpujarra.
La ciudad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.
(Romancero gitano, 1927)
(Romance de la Guardia Civil)- Arredondo Valenzuela M. García Lorca en Lanjarón. Un poeta y un paisaje, incluido en Lanjarón, paisajes del agua. Balneario de Lanjarón, 1999.
- Adoración Elvira Rodríguez y Fernando Rubio Muñoz. Lorca en el país de ninguna parte (Lanjarón-Alpujarra), 2017.
- Federico García Lorca. Obras Completas I y IV. RBA-Instituto Cervantes. Madrid, 2006.
- Isabel García Lorca. Recuerdos míos. Tusquets. Barcelona, 2002.
- Juan González Blasco. Órgiva. Hitos de su historia. Volumen II. Editorial Hermanos Gallego Hódar. Órgiva, 2001.
- Lugar Lorquiano
- Órgiva
- Lugar actual
- Órgiva
- Web
- http://www.turgranada.es/municipio/orgiva/