Edificio construido en el siglo XVII por el arzobispo Antonio Moscoso donde los franquistas instalaron su cuartel en Víznar. Es de propiedad particular y no está abierto al público.
El palacio de Cuzco, también conocido como palacio del Arzobispo Moscoso, es una construcción del siglo XVIII ligado a la Iglesia Católica situado en el centro de Víznar, una pequeña población a tres kilómetros de Alfacar en el noreste de Granada, a unos diez kilómetros de la capital.
El palacio fue ocupado tras la sublevación militar de julio de 1936 por las fuerzas facciosas para dirigir los movimientos de las tropas en una amplia franja del frente y rechazar las incursiones de las fuerzas republicanas. El capitán José Nestares, nombrado jefe del sector de Víznar, se instaló durante las primeras semanas de la guerra en el palacio.
A partir de agosto de 1936, Víznar se convirtió en uno de los lugares más sangrientos de la represión nacionalista. Cientos o miles de personas, según las diferentes fuentes, fueron sacadas de la cárcel y conducidas desde Granada a bordo de automóviles y a continuación ejecutadas sin juicio previo en una rutina escalofriante.
Nestares llegó a Víznar, por orden del general Orgaz, con una columna de Falange y algunos guardias de asalto, el 27 de julio para organizar el frente. Estuvo alojado en el palacio hasta mediados de agosto en que pasó a una vivienda particular incautada a un vecino de Víznar.
José Nestares, como jefe del sector, era informado en su despacho del palacio de Cuzco de la llegada de los condenados a muerte. Tras recibir la venia, los detenidos eran conducidos a La Colonia, un antiguo lugar de recreo infantil, donde apuraban sus últimas horas de vida. García Lorca llegó entre el 17 y el 19 de agosto, según las diversas versiones, a bordo de un Buick rojo oscuro, descubierto, propiedad de Salvador Quesada, propietario de los Almacenes La Villa.
Nestares, según confiesa en una entrevista publicada por Eduardo Molina Fajardo en Los últimos días de García Lorca, fue quien convenció al comandante José Valdés de que ingresara en Falange. “Su ficha, entre otras, la tuve escondida en el tejado de mi casa, en un roblón, cuando el jefe provincial, Antonio Robles, me entregó el fichero (…). Era la época en que por miedo nadie quería ser depositario de documentos comprometedores”.
Según Nestares, en Granada actuó más de uno de aquellos grupos de incontrolados y sanguinarios denominado “escuadra negra”, entre ellos el grupo de El Panaero. “Eran realmente asesinos a sueldo”, dice a Molina Fajardo. “Los manejaba Julio Romero Funes [responsable policial], aunque en otras ocasiones actuaban por su cuenta. Aparte que, como en toda la Guerra Civil, se producían actos incontrolados que, pese a algún otro escarmiento, era imposible tener a raya”. Romero dirigió también su propia escuadrilla de represión, junto a Nestares y el policía Ángel Martín, conocida como Patrullas Volantes.
El Palacio del Cuzco de Víznar, donde los sublevados montaron su cuartel general durante el golpe de 1936, es un inmueble anejo a la parroquia de Víznar donde solían veranear los arzobispos de Granada. El edificio se conserva en buen estado, es propiedad privada y se abre al público una vez al año.
A finales del siglo XVIII, sobre la casa original, de aspecto modesto, el arzobispo de Granada Juan Manuel Moscoso y Peralta, un hombre poderoso nacido en Perú, emparentado con la nobleza criolla y que ejerció de alférez de Cuzco antes de tomar los hábitos, agregó varios solares aledaños, amplió la residencia y la huerta (gracias a la cesión de dos calles por parte del Consejo Municipal de Víznar) y mandó construir un pozo para abastecer a los habitantes de la casona.
La vida de Juan Manuel Moscoso fue muy agitada. Después de estudiar filosofía en Perú, se casó a los 24 años con una mujer de la alta alcurnia. Tras su muerte y la de su hijo primogénito sufrió una fuerte depresión que lo condujo a la ordenación sacerdotal y, luego, a su nombramiento como obispo en 1771. Con posterioridad viajó a España y en concreto a Granada donde residió al menos desde su nombramiento como arzobispo en 1789 hasta su muerte en 1811.
El palacio consta de dos plantas, con grandes salas y doble galería porticada. En la parte alta de la galería conserva unos magníficos frescos de varios autores, entre los de Nicolás Martín Tenllado, un artista con una historia tan curiosa como la del propio arzobispo. Tenllado era un hombre célibe que regentaba un lucrativo negocio de chamarilería pero que después de su ascenso social fue juzgado por la Inquisición y tuvo varios pleitos por las blasfemia e insultos a la religión que solía exclamar mientras realizaba sus obras, dentro de conventos e iglesias.
Se fue sustituyendo cada día
Para ser siempre el mismo. No
Compartió la vida que su vida
Adosaron: era tan junto
Como la madera del cedro
De los Mártires, tan recóndito
Y caro como el agua
Que derrocha en el Darro sus cuchillos.
Paraíso cerrado
para muchos, su palabra se abría
Igual que se abre un pozo
En mitad de una hoguera. Quiso
Ennoblecer una cultura
Con otra más dramática, una historia
Con sus vislumbres de mitología,
La voz de un pueblo con la suya.
Su libertad tenía el color de la sangre.
Ávidamente amó lo que más pudo,
También sobrevivió a sus asesinos.
(Federico García Lorca. José Manuel Caballero Bonald.)- Miguel Caballero. Las trece ultimas horas en la vida de García Lorca. La Esfera de los Libros. Madrid, 2011.
- Ian Gibson. De Nueva York a Fuente Grande. Grijalbo. Barcelona, 1987.
- Ian Gibson. Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca. Debolsillo. Madrid, 2016
- Federico Molina Fajardo. García Lorca y Víznar. Memorias del general Nestares. Ultramarina. Granada, 2012.
- Eduardo Molina Fajardo. Los últimos días de García Lorca. Plaza y Janés. Barcelona, 1973.
- Página web Rincones de Granada. Palacio del Cuzco.
- Lugar Lorquiano
- Palacio del Cuzco o del Arzobispo Moscoso de Víznar
- Lugar actual
- Palacio del Cuzco o del Arzobispo Moscoso de Víznar
- Dirección
- Plaza Noguera
- Datos de la Visita
El Palacio del Cuzco es de propiedad privada y no está abierto al público.
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