Los escenarios reales de Mariana Pineda, una de las piezas representativas del teatro de Lorca, se pueden seguir como un itinerario de la heroína de la libertad.
La Plaza de Mariana Pineda (heroína emblemática de la Granada liberal y romántica) es el emplazamiento central del recorrido por la historia trágica de esta granadina.
Estaba situada a pocos pasos de la casa de la familia Lorca en la Acera del Casino. De hecho el poeta contemplaba a diario el ir y venir de la plaza desde su habitación. Mora Guarnido describe el lugar como “Una plazuela vulgar, la más vulgar de las plazoletas granadinas sin perspectivas y sin gracia y en el centro una mala estatua de mármol que pretende representar a la pobre Marianita en la figura de una gordezuela matrona roma”.
La construcción de la explanada fue aprobada por las Cortes en 1836 (durante la Regencia de María Cristina). La ejecución fue sin embargo lenta. La primera piedra se puso en 1839 aunque la inauguración se retrasó a 1873. Los autores de la escultura fueron Miguel Marín y Francisco Morales. La figura de cuerpo entero representa a una Mariana vestida con túnica, pelo suelto y la mano derecha apoyada sobre una columna revestida por una bandera, en cuyos pliegues se puede leer “Patria / Ley / Libertad”. Su mano izquierda se coloca bajo una cruz que pende del cuello hacia el pecho. Mariana dirige su mirada cariacontecida hacia el emplazamiento del desaparecido teatro Cervantes. Posteriormente, se protegió la obra con una verja de hierro, un pequeño jardín y actualmente también una fuente.
Mariana Pineda nació en un palacete situado en el número 9 de la Carrera del Darro, hoy transformado en hotel. El edificio conserva un magnífico patio central en el que destaca un pilar con escudo original de la época de su construcción en el siglo XVI. La parte inferior se atribuye a Diego de Siloé.
La plaza de Mariana Pineda, con la estatua a la heroína la veía Federico constantemente desde una de las ventanas de la casa familiar en la Acera del Casino número 31 (hoy número 15). La plaza está situado al lado de la antigua tertulia de El Rinconcillo (en el café Alameda, hoy Restaurante Chikito, en Plaza del Campillo) y junto al desaparecido teatro Cervantes (también Plaza del Campillo y plaza Mariana Pineda).
En la Plaza de la Libertad (inaugurada en 1988 y situada frente a los jardines del Triunfo) existe un recordatorio del lugar donde ejecutaron a la heroína. En los cuatro lados de la base de una cruz de hierro hay una inscripción del siglo XIX: “En 25 de mayo de 1831 fue sacrificada en este sitio destinado al suplicio de los crímenes la joven Dª. Mariana Pineda, porque anhelaba la libertad de la Patria. El Ayuntamiento Constitucional y Audiencia territorial dispusieron, en 1840, que en memoria de tan ilustre víctima se colocase en este lugar el sagrado signo de nuestra Santa Religión y que no se volvieran a hacer ejecuciones de justicia en él”.
El edificio donde vivía Mariana Pineda el día de su detención es una casa-patio del siglo XVII ubicada en la calle Águilas, 19, que consta de bajo y dos plantas. Desde año 2003 es sede del Centro Europeo de Estudios de la Mujer. Allí fue apresada en 1831 por bordar una bandera que representaba las aspiraciones constitucionalistas de muchos liberales. Tras su detención pasó al convento de las Arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca (en la calle Recogidas, junto a la iglesia de San Antón) donde permaneció hasta que fue conducida a la prisión, en la calle Cárcel Baja, y desde allí al cadalso donde fue ejecutada el 26 de mayo de 1831.
“Mariana Pineda fue una de las más grandes emociones de mi infancia. Los niños de mi edad, y yo mismo, tomados de la mano en corro que se abrían y cerraban rítmicamente, cantábamos con tono melancólico, que a mí se me figuraba trágico; `¡Oh! Qué día más triste en Granada, / que a las piedras hacía llorar / al ver que Marianita se muere / en cadalso por no declarar´ (…). Marianita, la bandera, de la libertad, Pedrosa, adquirían para mí unos contornos fabulosos e inmateriales de cosas que se parecían a una nueve, a un aguacero, a una niebla blanca en copos, que venía a nosotros desde Sierra Nevada y envolvía el pequeño pueblo en una blancura y un silencio de algodón. Un día llegué, de la mano de mi madre, a Granada: volvió a levantarse ante mí el romance popular, cantado también por niños que tenían las voces más graves y solemnes, más dramáticas aún que aquellas que llenaron las calles de mi pequeño pueblo, y con el corazón angustiado inquirí, pregunté, avizoré muchas cosas, y llegué a la conclusión de que Mariana Pineda era una mujer, una maravilla de mujer, y la razón se su existencia, el principal motor de ella, el amor a la libertad”.
“Materializando aquella figura ideal, antojábase a mí la Alhambra una luna que adornaba el pecho de la heroína: falda de su vestido, la vega bordada entre los mil tonos de verde, y la blanca agua, aquella nieve de la sierra, dentada sobre el cielo azul, puntilla labrada a la dorada llama de un cobrizo velón”.
(La nueva obra de Lorca. Entrevista publicada en el periódico 'La Nación' de Buenos Aires, Diciembre 1933)- Ian Gibson. Federico García Lorca. Biografía. Grijalbo. Barcelona, 1985.
- Rafael Inglada y Víctor Fernández. Palabra de Lorca. Declaraciones y entrevistas completas. Malpaso, 2017.
- José Mora Guarnido. Federico García Lorca y su mundo. Losada, Buenos Aires, 1958.
- Antonina Rodrigo. Memoria de Granada. Casa museo de Fuente Vaqueros, 1984.
- A. Rodrigo. Mariana Pineda. Heroína de la libertad. Compañía literaria. Madrid, 1997.
- Lugar Lorquiano
- Plaza de Mariana Pineda
- Lugar actual
- Plaza de Mariana Pineda
- Dirección
- Plaza de Mariana Pineda
- Datos de la Visita
Espacio público de libre acceso.