El santuario y la romería del Cristo del Paño de Moclín está ligado a ‘Yerma’ y a ‘La romería de los cornudos’, un ballet de Gustavo Pittaluga y argumento de Lorca.
La iglesia de la Encarnación de Moclín, donde se encuentra el santuario del Cristo del Paño, está ligada a una obra mayor de Federico García Lorca, Yerma, y a La romería de los cornudos, un ballet de Gustavo Pittaluga basado en un argumento verbal de Lorca y Cipriano Rivas Cherif que fue estrenado el 9 de noviembre de 1933 en el Teatro Calderón de Madrid por la compañía de Encarnación López Júlvez, La Argentinita, música de Gustavo Pittaluga y decorado de Alberto Sánchez.
La iglesia, como todas las antiguas de la diócesis de Granada, fue fundada en 1501 tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Está asentada sobre una antigua mezquita. La edificación fue comenzada en 1505 aunque el trazo de la capilla mayor, atribuido a Diego de Siloé, debió esperar hasta 1543.
El nombre del Cristo proviene de una de sus especialidades sanadoras: las cataratas o enfermedad del paño.
La edificación sufrió diversas vicisitudes de tal manera que su aspecto actual es contemporáneo y se remonta a 1940. La última modificación está datada en 1949 bajo la dirección del arquitecto Francisco Prieto-Moreno.
El presbiterio está presidido por la imagen del Cristo del Paño, un óleo de 2,64 por 2,21 metros que, según una leyenda imposible de probar, fue utilizado por los soldados de los Reyes Católicos como estandarte durante la Reconquista y luego regalado a la población como agradecimiento.
La pintura, que representa a un Cristo con la cruz a cuestas, de gran veneración en todos los pueblos de los Montes Orientales, la Vega y los municipios limítrofes de Jaén, ha sido restaurado tantas veces que es prácticamente imposible establecer tanto su origen como su aspecto original. Sin embargo, la repercusión iconográfica y devocional de este Cristo ha sido y es enorme, hasta el punto de poseer un altar específico en la catedral de Granada.
La Iglesia autorizó el culto en 1695 pero lo prohibió entre 1957 y 1971 después de que un sacerdote lo rajara y vertiera sobre él un cubo con cal para acabar con los fraudes que cometían algunos romeros aprovechando la festividad.
La romería fue restituida y sigue siendo una cita a la que acuden miles de personas cada cinco de octubre a pedir milagros de todo tipo al lienzo, que es paseado en unas andas por las calles de la población. El nombre del Cristo proviene de una de sus especialidades sanadoras: las cataratas o enfermedad del paño. Además, los devotos suelen restregar pañuelos y telas de todo tipo en el lienzo que luego se aplican sobre las partes del cuerpo dañadas para conseguir su reparación.
La romería del Cristo del Paño inspiró la procesión con que culmina de manera trágica Yerma. La obra fue escrita entre 1933 y 1934. Su estreno ya estuvo envuelto en el ambiente hostil que preludiaba la Guerra Civil. La amistad de Margarita Xirgu con Manuel Azaña, cuyo drama La corona, había protagonizado, y su compromiso con la causa de la República provocó un amago de rebelión entre el público conservador que asistió a la primera representación en el Teatro Español el 29 de diciembre de 1934.
La familia García Lorca tenía colgada una litografía del Cristo del Paño en su casa de Valderrubio. Federico sí acudió a la romería en alguna ocasión, aunque en contra de la voluntad de su padre, según recuerda en sus memorias Isabel García Lorca y sugiere Marcelle Auclair.
La hermana menor precisa que ella no acudió nunca y destaca algunas frases entresacadas de Yerma para subrayar los aspectos a su juicio menos ejemplares de la procesión con arreglo a los criterios morales de aquellos tiempos. “Más de cuarenta toneles de vino he visto en las espaldas de la ermita”, dice la muchacha en el tercer acto. Otro personaje, la Vieja Pagana, sostiene: “Aquí vienen las mujeres a conocer hombres nuevos y el santo hace el milagro”. Isabel también recuerda otra frase de la obra: “A cien leguas a la redonda no se oyen más que palabras terribles”.
Francisco García Lorca revela en sus memorias que tampoco acudió a la romería, aunque admite que “nuestro dormitorio” en el campo estaba presidido por la “Imagen Verdadera del Santísimo Cristo del Paño”, según rezaba en el pie de la reproducción.
Francisco recuerda a Federico “muchas veces” reflexionando sobre los caracteres paganos de la imagen. Y precisa: “Debo confesar que la imaginación de Federico iba más lejos que la mía”. El aspecto pagano que sobrevuela Yerma es indiscutible. La danza final del acto de la romería, entre un hombre y una mujer, procede de una danza del norte de España de origen báquico.
La escena de las lavanderas (Acto II, Cuadro I) de Yerma está inspirada en las mujeres que Lorca solía encontrar en sus paseos juveniles en la fuente La Carrura, hoy desaparecida, en las orillas del río Cubillas, entre Pinos Puente y Valderrubio.
Las lavanderas, en la obra, cantan canciones alusivas a la infecundas: “Yo planté un tomillo, / yo lo vi crecer. / El que quiera honra / que se porte bien (Ríen)”. O hacen crueles alusiones: “Esas machorras son así: cuando podían estar haciendo encajes o confituras de manzanas les gusta subirse al tejado y andar descalzas por esos ríos”.
Según Marcelle Auclair, que conoció bien a Lorca durante la época en que escribió Yerma, el dramaturgo solía comentar, entre veras y bromas, que el cuadro del Cristo del Paño cubría otro pagano. “Mirándolo bien”, decía, “se puede advertir, bajo la capa fina que lo cubre, las pezuñas y el vello enmarañado de un fauno”.
Ya en Madrid Lorca habló con sus amigos de la romería y el músico Gustavo Pittaluga decidió componer un ballet con argumento de Lorca y de Cipriano Rivas Cherif. Hubo un intento de representar la obra en 1927 en la Residencia de Estudiantes con el telón de fondo de Alberto Sánchez, pero finalmente fue suspendido.
La versión sinfónica de La romería de los cornudos se ejecutó por primera vez en el Teatro de Cámara de Madrid en 1930. La versión danzada se estrenó el 8 de noviembre de 1933, tres semanas después de partir Lorca a Argentina, en el madrileño Teatro Calderón, con la participación de Encarnación López, La Argentinita, y su hermana Pilar.
Ian Gibson sugiere que el intento fallido de representar en 1927 el ballet en la Residencia de Estudiante hizo que el poeta concibiera la escritura de un drama sobre el tema de la mujer estéril, el futuro Yerma.
José Mora Guarnido, gran amigo de Federico desde 1917, sí acudió a la romería del Cristo del Paño antes de partir a Uruguay en 1923. En sus memorias lo recuerda así: “Durante tres o cuatro días, en los comienzos de octubre, todos los pueblos de la Vega se llenan de un rumor extraño: de un grito repetido por centenares de voces, hombres u mujeres, ancianos u niños, que saludan a los romeros de Moclín gritándoles: `¡Cabrón, cabrón!´. Los romeros llevan en silencio el íntimo drama de su infecundidad”.
Yerma. (Como soñando)
¡Ay qué prado de pena!
¡Ay qué puerta cerrada a la hermosura,
que pido un hijo que sufrir y el aire
me ofrece dalias de dormida luna!
Estos dos manantiales que yo tengo
de leche tibia, son en la espesura
de mi carne, dos pulsos de caballo,
que hacen latir la rama de mi angustia.
¡Ay pechos ciegos bajo mi vestido!
¡Ay palomas sin ojos ni blancura!
¡Ay qué dolor de sangre prisionera
me está clavando avispas en la nuca!
Pero tú has de venir, ¡amor!, mi niño,
porque el agua da sal, la tierra fruta,
y nuestro vientre guarda tiernos hijos
como la nube lleva dulce lluvia.
(Yerma. Federico García Lorca.)- Federico García Lorca. Obras Completas II. RBA-Instituto Cervantes. Madrid, 2006.
- Francisco García Lorca. Federico y su mundo. Alianza Tres, Madrid 1990.
- Ian Gibson, Federico García Lorca. De nueva York a Fuente Grande (1929-1936). Grijalbo. Barcelona, 1987.
- José Mora Guarnido. Federico García Lorca y su mundo. Losada. Buenos Aires, 1958.
- Lugar Lorquiano
- Santuario del Cristo de Paño de Moclín
- Lugar actual
- Iglesia de la Encarnación de Moclín
- Dirección
- Iglesia, s/n
- Web
- http://www.santuariocristomoclin.es/
- Teléfono
- 958 403 032
- contacto@santuariocristomoclin.es
- Datos de la Visita
El Santuario del Cristo del Paño, ubicado en la Iglesia de la Encarnación de Moclín, se encuentra abierto para ser visitado durante todo el año.
Por favor, consulte la web del Santuario para horarios y días de apertura.