Son poemas breves escritos entre 1920 y 1923 en la Residencia de Estudiantes o en Asquerosa, durante el verano. Están enlazados temáticamente y construidos por analogía con la suite musical de los siglos XVII y XVIII.
Los temas tratados no son diferentes a los de su poesía anterior, aunque sí lo son su estructura o su expresión poética. Estos poemas se caracterizan por su sujeción a un ritmo y a un tono uniforme, por la contención o el intento de objetivación, el uso del símbolo e incluso en algún momento manifiestan el influjo de la vanguardia.
Además del tema de la infancia perdida, aparece la frustración del amor, lo que pudo haber sido y no fue, la esterilidad (los hijos no nacidos), la muerte, el desarraigo, la identidad, el consuelo de la contemplación de la Naturaleza, la cosmicidad, incluso hay poemas influidos por la ciencia (fruto sin duda de lo vivido y aprendido en la Residencia de Estudiantes).
Aunque García Lorca había anunciado muchas veces la aparición inminente de Suites, el poeta no llegaría a ver el libro en vida. Y aunque decía que tenía el volumen preparado (en algún momento dio los manuscritos para su publicación) el libro presenta muchos problemas textuales. Empezando por el índice, que no existe.
Hasta los años 80, las Suites aparecían como poemas sueltos en las obras completas de Lorca (en las de Losada o en las de Aguilar). En 1981, André Belamich, en versión francesa, publicó los poemas como un libro. Para ello lo reconstruyó utilizando como criterio de ordenación el cronológico. En 1983 el mismo editor las publicará en España, en Ariel. Belamich añadió más de 2.000 versos que habían sido publicados por el autor antes.
Maurer ha corregido la ordenación de Belamich y algunos textos, aunque no se han podido datar algunas suites y sigue habiendo problemas textuales.
García Posada sigue a los dos editores e incluye algunas novedades en sus Obras Completas (en Galaxia Gutenberg, 1996) y separa las suites mutiladas (en un apéndice) o los textos no revisados o descartados por el autor (en Poesía varia).
Eutimio Martín, finalmente, las editó en 2017 con el título de Cielo bajo. Suites, en Debolsillo. Fueron escasas las suites que el autor publicó en vida. Salieron algunas en revistas (en Índice, de Juan Ramón Jiménez, en Verso y prosa, en Lola, suplemento de Carmen). Primeras canciones (1936), es una selección publicada el 28 de enero de 1936 por Manuel Altolaguirre en la revista Héroe.
Suites fue el título definitivo del libro, aunque alguna vez Federico barajó el de Cielo bajo (posiblemente aludiendo al paisaje del Albaicín visto desde la Alhambra). También Lorca barajó la posibilidad de llamarlo Libro de las diferencias por las variaciones musicales o “diferencias” semejantes a las de vihuelistas como Antonio Cabezón, Luis Milán y Alfonso Mudarra (así aparecen en la antología de Gerardo Diego en 1932).
Recoge poemas escritos en Asquerosa y en la Residencia de Estudiantes. En julio de 1920, en Asquerosa, escribe varias suites cuya temática vuelve a ser la pérdida y la frustración definitiva del amor o la infancia perdida. En Momentos de canción, por ejemplo, vemos aparecer los mismos elementos y la misma temática de Libro de poemas, pero su expresión poética es totalmente diferente.
En 1926 Lorca dio a Emilio Prados tres manuscritos para su publicación: Suites, Canciones y Poema del cante jondo. Las erratas cometidas en la publicación anterior de algunos romances gitanos en la revista Litoral frustran los planes. Federico se enfadó y Emilio Prados le devolvió los textos.
Bajo el sol de la tuba
Pasa la Feria
Suspirando a los viejos
Pegasos cautivos.
La feria
Es una rueda.
Una rueda de luces
Sobre la noche.
Los círculos concéntricos
Del “tio vivo” llegan,
Ondulando la atmósfera
Hasta la luna.
Y hay un niño que pierden
Todos los poetas
Y una caja de música
Sobre la brisa