Ilustrador español autodidacto nacido en Barcelona en 1882. Fue uno de los principales caricaturistas españoles, amigo de Federico García Lorca, a quien entrevistó para el periódico El Sol poco antes de su asesinato.
En sus años de juventud frecuentará Els Quatre Gats y realizará decorados teatrales. A partir de 1902 entra en el círculo de Santiago Rusiñol. Empieza a hacer caricaturas por puro juego y, aunque en 1903 se presenta artísticamente en la Sala Parés con marinas, paisajes y jardines abandonados de estética fin de siglo, en 1905 ya presenta, en la misma sala, retratos caricaturescos. Sus primeros dibujos los hizo para La Tomasa y La Tribuna de Barcelona. Entre 1908 y 1911 pasó una época en México, La Habana y Nueva York. Finalmente, en 1912 se estableció en Madrid, donde trabajó para La Tribuna (ilustraba una sección de Tomás Borrás llamada Retratos) y realizó cubiertas en color para la revista España. Allí conoció y prestó ayuda a Antonio López Sancho, el autor de la caricatura del Concurso de Cante de Jondo de 1922. López Sancho, en correspondencia, lo invitaría a Granada en 1926.
El 10 de junio de 1936 publicó en El Sol la que sería la última entrevista a Federico García Lorca. En ella el poeta tomó la precaución de contestar por escrito: Lorca insiste en la misión social del teatro y se posiciona en contra del “arte puro, arte por el arte mismo”.
Estuvo en prisión a partir de la huelga general de agosto de 1917 y sufrió una veintena de procesos durante la Primera Guerra Mundial por “injurias al Kaiser” de los que fue absuelto. Durante varios periodos de su vida perteneció al Partido Socialista Obrero Español. En El Sol se publicarán, ya en los años veinte, sus dibujos de almohadón, unas viñetas camufladas de inofensivos patrones de costura con las que entre 1923 y 1926 denunció la censura y el Régimen de Primo de Rivera y con los que se convirtió en una celebridad del momento.
En 1925 la Exposición de los Ibéricos reconoció su papel de agitador artístico dedicando una sala entera a sus caricaturas. Muy presionado por el dictador, El Sol se vio obligado a interrumpir temporalmente la colaboración de Bagaría, que emprendió un largo viaje por Sudamérica. Regresó a España con la Segunda República.
Una vez en España se reintegró a El Sol en diciembre de 1927. Dimitido Primo de Rivera y con Berenguer en el poder, Bagaría llamó desde su viñeta a la unión de las fuerzas antimonárquicas. En las semanas previas a la caída de Alfonso XIII siguió al fundador de El Sol, obligado a dejar su diario por la presión de los monárquicos, en un nuevo proyecto periodístico: Luz.
Bagaría también quiso saber su opinión sobre la conmemoración de la Toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492. Lorca alude en la respuesta a “la peor burguesía de España” refiriéndose a la granadina.
Muy ilusionado con el advenimiento de la República, Bagaría dio expresión gráfica al discurso político de la Alianza Republicano-Socialista y, a partir de marzo de 1932, respaldó la obra reformadora de Azaña. Posteriormente, pasó un fuerte bache personal y creativo provocado por los avatares empresariales de Luz. Durante la Guerra Civil combatió a los sublevados desde El Sol, al que había vuelto tras la desaparición de Luz, y de La Vanguardia de Barcelona.
Exiliado a Francia en 1938, colaboró en el semanario republicano parisino Voz de Madrid, donde publicó la serie de aleluyas dedicadas a Franco, “Triste historia de un traidor”, y expuso su obra en París y Lyon. Gracias a la ayuda de la escritora Flora Díaz Parrado, embarcó en 1940 hacia Cuba, donde falleció a los pocos días de su llegada.
El 10 de junio de 1936 publicó en El Sol la que sería la última entrevista a Federico García Lorca. En ella el poeta tomó la precaución de contestar por escrito: Lorca insiste en la misión social del teatro y se posiciona en contra del “arte puro, arte por el arte mismo”. “El artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para buscar las azucenas”, añadiría Federico. Bagaría también quiso saber su opinión sobre la conmemoración de la Toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492. Lorca alude en la respuesta a “la peor burguesía de España” refiriéndose a la granadina. Asimismo, se declara “español integral” y agrega: “Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos.”. Más tarde se arrepintió de algunas afirmaciones que había hecho y escribió a Adolfo Salazar, que trabajaba también en El Sol, para que retirara una respuesta de la entrevista relacionada con el fascismo y el comunismo. Le parecía comprometida y, además, decía que ya había sido contestada previamente.
Bagaría no pudo completar su exilio. Murió en La Habana poco después de desembarcar, el 26 de junio de 1940.