Guitarrista, cantaor, coleccionista de arte, pintor aficionado y propietario de la taberna El Polinario que, durante varias décadas, fue el punto de encuentro de prestigiosos musicólogos, compositores y de los jóvenes creadores que pululaban en los tabernáculos culturales de Granada desde finales del siglo XIX. Era padre de Ángel Barrios, compositor y guitarrista granadino que alcanzó fama y proyección internacional y que fue gran amigo de Federico García Lorca y del resto de amigos del círculo de El Rinconcillo. El Polinario fue uno de los referentes culturales y flamencos de la ciudad. Manuel de Falla se convirtió en un cliente habitual desde comienzos de los años veinte, recién llegado a Granada y antes de mudarse al Carmen de la Antequeruela.
Guitarrista, ‘cantaor’ y pintor, en su afamada taberna eran ilustres visitantes los amigos de El Rinconcillo y Rusiñol, Sorolla y Zuloaga.
Era tocaor de guitarra y cantaor, así como amante de la pintura y pintor aficionado. De su taberna llena de cuadros eran ilustres visitantes Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga, que hablaban de pintura con él. En sus jardines, en 1918, se escenificó la La historia del tesoro, una especie de fotonovela en cuatro escenas en la que participaron Lorca, Manuel Ángeles Ortiz y Miguel Pizarro. Allí también se organizó el Concurso de Cante Jondo de 1922.
Falla, antes de comprar el Carmen de la Antequeruela, residió en la Pensión Carmona, situada junto a la taberna de El Polinario. Antonio Barrios era además pintor y aprovechaba las tablas de las cajas de puros para hacer sus apuntes. Llegó a exponer en muestras colectivas.