Pedagoga adscrita a la Institución Libre de Enseñanza, renovadora de la enseñanza de Historia y Geografía en España, profesora de la Escuela Normal de Granada, primero, y de la Universidad de Columbia tras el exilio familiar a Estados Unidos. Nació en Madrid el 28 de marzo de 1886 y murió en la misma ciudad el 6 de febrero de 1970. Se trasladó a Granada en 1912 cuando su marido, Fernando de los Ríos Urruti, obtuvo la cátedra de Derecho Político. En Granada establecieron una estrecha relación con la familia García Lorca. Federico y Francisco fueron alumnos de Fernando de los Ríos en la Facultad de Derecho y la más pequeña, Isabel, cultivó una íntima amistad con la hija del matrimonio, Laura de los Ríos Giner, quien en 1942 se casó con Francisco García Lorca en la capilla del Middlebury College en el exilio americano.
Gloria Giner planteó con su amiga Leonor Serrano Pablo el reconocimiento de la mujer en los estudios de Geografía.
Su infancia y adolescencia las pasó en Madrid, Alicante y Barcelona al albur del destino profesional de sus padres, Hermenegildo Giner de los Ríos y Laura García Hoppe. Tras cursar los estudios de Magisterio completó su formación en la Institución Libre de Enseñanza. Además de apostar por una enseñanza renovada de la Geografía que implicaba una relación emocional con el entorno (llegó a apostar por la literatura como asignatura auxiliar de la Historia), Gloria Giner planteó con su amiga Leonor Serrano Pablo el reconocimiento de la mujer en los estudios de Geografía.
En 1912 contrajo matrimonio con Fernando de los Ríos que acababa de obtener la cátedra de Derecho en Granada. La influencia de la familia en la ciudad, pese a las reticencias nunca vencidas de la burguesía más conservadora, no se limitó a las clases en la Facultad de Derecho. De los Ríos, tras conocer a los hermanos García Lorca, se implicó en los activos y renovadores cenáculos culturales de la ciudad. Asistió a la tertulia de El Rinconcillo, conoció a Manuel de Falla e impulsó desde el Ateneo de Granada la publicación de la revista gallo. En 1928 el poeta dedicó al matrimonio una de sus composiciones más conocidas, el Romance sonámbulo de su Romancero gitano.
En 1929 el catedrático convenció a Federico García Lorca, que pasaba entonces por una crisis personal y sentimental, para que lo acompañara a aprender inglés a Nueva York. Del viaje nació uno los libros más importantes de la poesía española del siglo XX, Poeta en Nueva York.
En abril de 1931 Fernando de los Ríos fue nombrado ministro de Justicia y unos meses después ministro de Instrucción Pública.
Laura de los Ríos Giner encontró en Isabel García Lorca, cuatro años mayor que ella, su compañera ideal. Gloria Giner se convirtió en la preceptora de ambas. “Además de las clases de la seño [Isabel Montero, tía abuela del poeta Luis García Montero], Gloria nos daba clases de historia, geografía y literatura, de modo que tuve el gran privilegio de recibir de ellas la educación y la instrucción al estilo de los mejores tiempos de la Institución Libre de Enseñanza. ¡Cuánto debo a los padres de Laura!”, escribe Isabel en sus memorias Recuerdos míos.
La relación entre las dos familias se fue estrechando. “Gloria Giner y Fernando de los Ríos, tan fieles y orgullosos de unas ideas y de un ambiente difícilmente repetible, me hicieron participar tan íntimamente en los suyos que yo llegué a compartir con ellos su respeto y admiración por las ideas de don Francisco Giner de los Ríos”, confiesa Isabel.
Laura de los Ríos Giner encontró en Isabel García Lorca, cuatro años mayor que ella, su compañera ideal. Gloria Giner se convirtió en la preceptora de ambas.
Tras el nombramiento de Fernando de los Ríos como ministro de la Segunda República, Gloria decidió continuar con su carrera en lugar de dedicarse a “vivir de ministra”. En 1933, después de la renuncia de Fernando de los Ríos, se reincorporó a la enseñanza, que había abandonado temporalmente, en una plaza de Zamora. Allí permaneció tres años residiendo en la habitación de un hotel.
La Guerra Civil y los golpes de la represión nacionalista llevó a ambas familias al exilio. Fernando de los Ríos, tras su nombramiento en septiembre de 1936 como embajador de la República en Estados Unidos, aprovechó para trasladar a su familia y para llevarse con ellos a Isabel García Lorca.
En Estados Unidos Gloria Giner fue profesora de la Universidad de Columbia, mientras que su marido, que había sido separado para siempre de su cátedra en España, retomó sus clases en el New School Research de Nueva York, una institución fundada para acoger a los intelectuales emigrados.
Tras la muerte de Fernando de los Ríos en 1949 siguió con su actividad docente hasta que en 1965 decidió regresar con su familia a Madrid donde murió en 1970.