Los poemas Escena del teniente coronel de la Guardia Civil y la Canción del gitano apaleado tienen su origen en una situación real. En Granada, eran frecuentes los conflictos entre gitanos y Guardia Civil. En noviembre de 1919, Lorca, acompañado de Manuel Ángeles Ortiz, presenció uno de estos enfrentamientos en el centro de la ciudad y quedó muy impresionado.
Estos poemas protagonizados por gitanos y por la Guardia Civil le traerían después algunos problemas con la Benemérita, llegando incluso a ser denunciado años después por un desconocido y teniendo que responder y explicar sus poemas ante un juez.
Asimismo, conoció el miedo y el poder omnisciente que los guardias ejercían en los pueblos cuando visitó la Alpujarra en 1927 después acompañar a su madre a tomar las aguas al balneario de Lanjarón.