La crítica fue relativamente comprensiva con el nuevo autor. El crítico Don Pablos, en El Heraldo, escribió: “Nosotros aplaudimos la labor poética del señor García Lorca. Censuramos tan solo el ambiente en que se desenvuelve la obrita”. Andrenio, en La Época, es concluyente: “Hay que confesar que la obra ha sido un fracaso. La protesta del público fue descomedida y cruel en algunos momentos”.